LO QUE UNA FAMILIA NECESITA PARA AGRADAR A DIOS
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a vida matrimonial y familiar es como edificar una casa; se necesitan materiales, herramientas y conocimiento de construcción. Infortunadamente muchas parejas no contamos con estos elementos básicos para construir y mantener un hogar o familia. ¿Qué se necesita para construir y mantener una familia que honre a Dios?
1. LO QUE NECESITA EL MATRIMONIO.
1.1 Fidelidad o lealtad conyugal. Mt 19.6, Hb.13. 4. Las personas casadas necesitan hacer de verdad el compromiso delante de Dios de ser fieles a su cónyuge. La fidelidad da al matrimonio un sentido de dignidad y seguridad.
· Los cónyuges fieles se apoyan mutuamente y hacen frente a cualquier problema que surja. No renuncian a su relación fácilmente so pretexto de que “se casaron con la persona equivocada”, “dejaron de amarla” o que “la solución está en casarse con otra persona”. Esto señala la inmadurez emocional.
· Las personas infieles pueden acarrear los mismos problemas con su nuevo cónyuge. Usted no se muda a una nueva casa solo porque la que donde vive tiene una gotera…
· La lealtad hace que uno vea la unión conyugal como algo que proteger, mantener y valorar.
1.2 Comunicación. Algunos matrimonios se nos hace difícil comunicarnos porque las personas tenemos estilos diferentes de comunicación → malentendidos, frustraciones.
· El hogar de origen y la crianza es uno de los factores que influye en esto (peleas constantes). Prov.17.1 D.H.H “Más vale comer pan duro y vivir en paz que tener muchas fiestas y vivir peleando”
· Cuando uno conoce a Jesucristo la vida cambia aun en nuestra manera de comunicarnos. Ef. 4.20-22, 31.
· Prov.17.14 “Río desbordado es el pleito que se inicia; vale más retirarse que complicarse en él. (D.H.H). Ec. 3.1, 7. Stgo. 1.19.
· Su objetivo debe ser remediar la situación, no ganar la pelea. Tenga en cuenta el tono y las palabras que ayuden a calmar, no a exasperar. Prov.12.18 D.H.H “Hay quienes hieren con sus palabras, pero hablan los sabios y dan el alivio.” Prov.15.1, 4 D.H.H “La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más.”. “La lengua amable es un árbol de vida; la lengua perversa hace daño al espíritu”.
· No deje que si se enoja este dure todo el día y hasta el siguiente día. Ef.4.26.27 “26Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. 27No le den oportunidad al diablo.”
· Prov.16.23 “El que piensa sabiamente, se sabe expresar, y sus palabras convencen mejor.”
· El factor clave para una buena comunicación está en el corazón, no en la boca. ¿Qué actitud tiene ud hacia su cónyuge? ¿Cómo reacciona ante los sentimientos de su cónyuge?
1.3 Honra y respeto
· 1 Pe. 3.7. “En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Denles el honor que les corresponde, teniendo en cuenta que ellas son más delicadas y están llamadas a compartir con ustedes la vida que Dios les dará como herencia. Háganlo así para no poner estorbo a sus propias oraciones.”
· El respeto implica estimar sus sentimientos, su inteligencia y dignidad.
· Ef.5.33b “…y que la esposa respete al esposo.” La mujer que respeta a su esposo no difunde desconsideradamente las faltas de su esposo, sea este cristiano o no. No le quita su dignidad criticándolo y despreciándolo en privado o en público.
· El respeto implica que ambos eviten lanzarse acusaciones y traten de hablarse de manera bondadosa y amable (Mt.7.12. Col.4.6 D.H.H “Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.”
· Aun en el caso de que su cónyuge no siga los principios de la Biblia, usted puede lograr mucho si pone en práctica lo que a usted le corresponde. (1 Pe.3.1,2)
· El conocer a Dios y poner en práctica lo que El nos demanda puede hacer de usted un mejor esposo o una mejor esposa.
2. LO QUE NECESITAN LOS PADRES
· Dios espera que los padres cristianos den a sus hijos la dirección y el cuidado apropiados. Esto incluye sus necesidades físicas, espirituales y emocionales.
· La Biblia provee principios que pueden ayudar a los padres a crear un ambiente sano y feliz para sus hijos.
2.1 Dé un buen ejemplo. Dt.6. 6,7 Cf. con Prov.20.7 “¡Felices los hijos que deja quien ha vivido con rectitud y honradez!”
2.2 Afírmeles su amor mediante expresiones verbales y físicas. Dios mismo nos da el ejemplo con su Hijo Jesucristo (Lc.3.22, Jn.17.24)
2.3. Disciplínenlos. Prov.1.8 “Hijo mío, atiende la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre…” Si los padres evadimos la responsabilidad de disciplinar hoy, es muy posible que tengamos que asumir consecuencias dolorosas mañana. Sin embargo, en este aspecto los padres debemos evitar el extremo de llegar a exasperarlos, irritarlos o provocarlos (Col.3.21). Como padres podemos provocar a nuestros hijos cuando siempre estamos corrigiéndolos, resaltando sus defectos y criticándolos.
· La disciplina que no cumple el papel de enseñar y se convierte en irrazonable, se considera exasperante.
· Los padres podemos evaluar la eficacia de nuestra disciplina preguntándonos: ¿Qué logra la disciplina que doy? La disciplina debería enseñar. Los hijos deberían entender por qué se les disciplina.
· La disciplina no debe comunicar miedo ni desamparo. La disciplina debe administrarse de tal manera que nuestros hijos noten que les amamos y los apoyamos.
3. LO QUE NECESITAN LOS HIJOS
3.1 Atender el consejo de los padres. Prov.1.8, 9
3.2 Honrarlos. Ex.20.12, Lv.19.3, Hb.12.9.
3.3 Obedecerles. Prov. 6.20, Ef.6.1
3.4 Proveerles en la vejez o en la necesidad. 1 Ti. 5.4
CONCLUSIONES
· Aunque entramos a construir matrimonios y hogares sin previa preparación y dirección, tenemos que reconocer que Dios no nos ha dejado sin guía e instrucción. Esa instrucción está en su Palabra para que esposos y padres hagamos los cambios necesarios y pongamos en práctica sus principios en nuestras vidas como familia.
· Una familia que agrada a Dios se caracteriza por la fidelidad conyugal, comunicación y respeto. Además, los padres dan un buen ejemplo a sus hijos, afirman su amor por ellos y les disciplinan.
· Dios quiere ayudarnos a que disfrutemos la vida familiar y que esta redunde para su honor y honra.